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jueves, 18 de agosto de 2016

Beneficios de tener un gato en casa

1. Amor Verdadero: Su relación es tan auténtica, intensa y profunda que no puede expresarse con palabras, y adquiere la categoría de un inigualable amor con mayúsculas. ¿pero por qué esa conexión? antes que nada aclaremos que tanto se da de la parte humana sea masculina o femenina o que el gatito sea macho o sea hembra. lo importante es la conexión emocional que pueda o no establecerse entre ellos. por lo demás, sólo los misterios insondables del amor sabrían explicar el talento del gato para hechizar nuestros sentidos.

No obstante, la excepcional sensibilidad felina, su bella imagen y bondad llegan al alma como una flecha lanzada por cupido. Son numerosos los ejemplos de escritores que alaban su forma de estar en el mundo, su figura, su carácter, su halo de hermosura interior y exterior.

2. Los Inconvenientes Desaparecen: En este caso se cumple esa famosa frase que dice que el amor es ciego. Querer a un gato es un sentimiento tan poderoso que oculta los problemas que supone su presencia en el hogar. Así, un dueño enamorado de un gato, que siente autentico afecto por él, no sufre los inconvenientes  de su mantenimiento. Aquí lo importante es unir la carga de la responsabilidad (gastos, cambio de arenero, tiempo de juego, visitas al veterinario, darle una pasta que es un verdadero reto etc.) y aprecio en la misma persona en caso de que el gato no suscite el mismo apego en toda la familia.











3. Una Gran Compañía: No solo puedes observarlos durante horas, tanto si duermen y corren. También es una delicia acariciarlos, hablarles dulce, dejar que jueguen con tu cabello (en el caso de las mujeres) o que te muerdan los pies. Además son silenciosos, respetuosos, independientes y a la par apegados, amorosos y fieles, por lo que puedes hacer tus tareas sin tener que colmarles de atención todo el día. si un gato no se comporta así, una de dos: o es muy joven todavía o tiene algún problema de salud o de comportamiento, como por ejemplo el celo.

4. Aprenden Rápido: aunque todos los gatos pueden entenderse, un gato con todas sus necesidades cubiertas y sin problemas de salud no precisa de grandes enseñanzas, todo lo contrario, los mismos aprenden al vuelo cualquier cosa básica, como donde rascar, donde hacer pipí y popó, etc. siempre ahí cosas difíciles, pero son excepcionales y suelen tener arreglo. 


6. Dan independencia: Es algo sabido que el gato se considera el animal doméstico del futuro. Sus características lo hacen perfecto para vivir en apartamentos o casas, como su tamaño, sus costumbres higiénicas, ser unos grandes dormilones, su independencia y alta conectividad emocional, y sin precisar las atenciones típicas de los perros, como salir a pasear cada equis horas. Así, el gato puede quedarse en casa solo durante varios días, si fuera necesario. Basta con dejarle el arenero limpio, comida y agua suficiente para poder ausentarnos. 

7. Pocos cuidados: Aunque necesite atenciones mínimas, en general puede decirse que un gato sabe arreglárselas por sí mismo, sobre todo comparándolo con un perro. Al margen de los consabidos paseos caninos obligatorios, a los gatos no urge bañarlos, ya lo hacen por sí mismos a lengüetazo limpio. Louis Pasteur los definió como uno de los animales con menos bacterias. 


8. Mejoran nuestra salud: Los gatos son algo así como un seguro de vida para sus dueños. Son numerosos los estudios que han probado su capacidad para relajarnos y hacernos sentir mejor. Abrazar a un gato, por ejemplo, reduce nuestra tensión arterial, es una válvula de escape contra el estrés y ralentiza la frecuencia de las pulsaciones. Resultado: previene enfermedades cardíacas y nos hacen olvidar los problemas. Además, son buenos con niños y ancianos, un primor.



9. Crean hogar: Allí donde hay un gato esperándome tengo un hogar, dijo alguna vez un escritor muy inspirado. Lo cierto es que los felinos son como el alma de la casa, un ser que siempre nos recibe feliz, mullido, cariñoso, ronroneado, una compañía de lujo que nunca, nunca falla.

A quienes piensan que estarían mejor vagando por las calles, por un lado habría que darles la razón, pero por otro también habría que recordar les que el mundo ahí afuera no es idílico, sino todo lo contrario, y que muchos gatos han sido adoptados porque la vida libre los condenaba a la muerte.

10. Diversión, vídeos y fotografías: Jugar con él y sacarle fotos es un modo de pasarlo bien, de vivir momentos inolvidables. Con cámara en mano, obtendrás buenas imágenes para recordar a tu gato cuando era cachorro o en tal o cuál momento gracioso, divertido, bonito, sorprendente, tierno... Eso sí, capturar a un gato es endiabladamente difícil: se mueven mucho, y no siempre es amigo del objetivo, puede cohibirse y salir artificial... Pero siempre es un reto, que quizás puedas superar haciendo vídeos desde un rinconcito, escondido donde no te vea.



11. Se adaptan a tus necesidades y personalidad: Elige al animal que necesitas, el que más vaya a llegarte al corazón y mejor se adapte a tu estilo de vida. Si es adoptado, genial, mucho mejor que si es comprado, porque adoptar es salvar un par de vidas, la del animal que te llevas y la del que ocupará su lugar en el refugio.

Tanto si adoptas como si compras, infórmate primero de las características y situación del animal. Este es el paso más importante para que tu gato y tú seáis felices. Hay gente más sacrificada que otra, personas con la paciencia y tiempo suficientes como para adoptar gatos con traumas y problemas de comportamiento, pero otras no lo son, y hay que ser realistas a la hora de elegir una mascota. Si tienes poco tiempo para todo en tu vida diaria, mejor elige un gato dócil, manipulable, sin problemas de salud y de temperamento tranquilo. Explica tus necesidades en el refugio o en la tienda donde acudas, y sé firme en tu búsqueda. Seguro que encuentras tu gato ideal.

12. Te enseña a sentir: En el Cuento de Navidad de Charles Dickens, Scrooge veía en la Navidad unas fechas en las que había que pagar facturas y más facturas, y nada más. Por contra, su sobrino y su empleado, es decir, la gente que le rodeaba, sentía algo más profundo: su espíritu. De este modo, los gatos pueden verse como un problema, una preocupación pero, sobre todo, son un tesoro que nos llena el corazón de felicidad.





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